"...tienes la posibilidad de complementar la formación jurídica con un componente multijurisdiccional, de trabajar estrechamente con otros abogados —fundamentalmente brasileños y de otras jurisdicciones"

Sofía Rodríguez Torres

São Paulo

Brasil

Recuerdo perfectamente cómo empezó mi aventura brasileña. Me llamó el socio a su despacho, mi respuesta fue: “Tomás, todavía no he terminado lo que me has pedido, pero casi está”. Sonrió: “No, no es eso”. Y así, de pronto, me ofrecieron pasar un año en la oficina de UM en São Paulo. En ese momento no era ni por asomo consciente de la espectacular y enriquecedora experiencia que tenía por delante. Por ello, comienzo mi relato dando las gracias a Uría Menéndez por las oportunidades que brinda a sus abogados.

Aunque pueda parecer una obviedad, lo primero que quiero resaltar es la riqueza que proporciona el salir de la zona de confort. En mi caso, ir sola a la ciudad más habitada del hemisferio sur, con 12 millones de habitantes, rodeada de rascacielos, tachada de “insegura” y donde se habla un idioma que no conocía, daba cierto vértigo. Pero enseguida me di cuenta de que estaba en una ciudad cosmopolita, rodeada de gente formada, culta, trabajadora y abierta al extranjero, con una riqueza cultural y gastronómica única precisamente por la inmigración masiva que ha recibido, y de que lo que al principio parecía una amenaza es realmente una oportunidad, como aprender otro idioma o trabajar en la capital financiera de uno de los gigantes del mundo.

En una oficina exterior de UM, en mi caso en São Paulo, tienes también la posibilidad de complementar la formación jurídica con un componente multijurisdiccional, de trabajar estrechamente con otros abogados —fundamentalmente brasileños y de otras jurisdicciones LATAM— para asesorar a un mismo cliente y de adquirir diversas competencias complementarias y necesarias para la profesión, como la formación de un sentido jurídico independiente de la legislación que estás aplicando, la intermediación entre partes (abogados con otra formación y clientes) y la gestión de expectativas. A ello hay que añadir la oportunidad de involucrarte activamente en eventos organizados por cámaras de comercio u otras asociaciones profesionales, de dar a conocer tu Despacho y su estrategia en Iberoamérica en eventos de networking o, incluso, de impartir seminarios en esa lengua que no estás más que empezando a aprender.

Para redondear la experiencia, Brasil es el país de la samba y de los colores. Caminar entre dunas y lagunas en Lençois Maranheses, perderse por las playas del estado de Bahía, bañarse en cascadas naturales y dormir en casas de nativos en Chapada Diamantina, son algunas de las experiencias que me llevo, únicas, y que seguro que no hubiera vivido de no haber venido con UM a Brasil. Sin embargo, espero que estas experiencias no sean irrepetibles, porque si de algo me he convencido este año es de las bondades de abrir la mente y de perder el miedo al cambio, aunque no esté exento de dificultades.

Testimonio de cuando estuve en São Paulo (Mayo 2017 - Agosto 2018)