¿Cuánto pagar por la energía limpia?

Javier Valle Zayas.

La Vanguardia, 30/07/2009


Parece que, poco a poco, se va instalando la opinión de que el debate sobre el cierre de la central nuclear de Garoña no es otra cosa que la manifestación del falso dilema nucleares frente a renovables, o electricidad a 35 € MWh frente a electricidad a 100 ó 150 € MWh. Se dice que el Gobierno quiere cerrar la central de Garoña para sustituir sus algo más de 400 MW por renovables, y no deja de sorprender que, al tiempo que algunos culpan a las renovables del posible cierre de la nuclear, los productores de renovables critiquen al Gobierno por haber echado el freno al desarrollo del sector en el mismo Real Decreto Ley que aprobó el bono social y ciertos mecanismos para sufragar el déficit tarifario (cifrado en aproximadamente 15.000 millones de Euros). Contraponer nucleares a renovables, en las circunstancias actuales, es un error, consciente o no, un dilema falso y artificial, acaso interesado. El hipotético cierre de Garoña no se suplirá con renovables porque el Real Decreto Ley ha dejado claro que, de momento, no hay dinero para todos, y ha optado por sacrificar las renovables. Los 400 MW de Garoña se suplirían, probablemente, con electricidad generada mediante gas natural importado. Mayor calado que el cierre o no de Garoña (con el que, insisto, nada tienen que ver las renovables) tiene, en mi opinión, el debate sobre los costes del sistema eléctrico y, unida a él, la definición de una matriz energética nacional. Ésta debe venir definida por motivos técnicos y de planificación estratégica a largo plazo y no por otros: parece precipitado cerrar una instalación por una promesa electoral más o menos firme y parece precipitado frenar por razones coyunturales uno de los escasos sectores económicos en los que España había conseguido ponerse a la cabeza mundial, y que sin apoyo oficial no va a poder seguir innovando y bajando los costes de generación de electricidad verde. En cuanto a éstos últimos, sería bueno comparar el porcentaje de la factura eléctrica que suponen las primas a las renovables con todas las otras partidas de la factura eléctrica. Sabido es que los datos pueden retorcerse hasta hacerles decir lo que interese, pero conviene no olvidar que las primas a las renovables no son las únicas “ayudas” que pagamos en la factura eléctrica, y a lo mejor resulta que un análisis objetivo y profundo de costes revela que el precio que pagamos por la energía verde no es tanto, incluso en tiempos de crisis.

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